Nadie desconoce la importancia del flúor para reducir la degeneración dental, pero su exceso puede producir más de una complicación, especialmente en los niños.
“El exceso de flúor provoca una condición crónica llamada Fluorosis dental o Hipo mineralización. Es una condición que aparece como el resultado de la ingesta de demasiado fluoruro durante el período de desarrollo de los dientes, generalmente desde que se nace hasta que se cumplen los seis u ocho años”, explica la doctora Andrea Flores, docente de la Facultad de Odontología de la U. Andrés Bello.
Qué es el flúor
“La incorporación del flúor al agua potable representa un método ideal de Salud Pública, generando varias ventajas como: cobertura amplia; no requiere participación activa del beneficiado; es seguro, económico y efectivo; en dosis adecuada no representa riesgo para la salud; nivel de protección alto; y además de ejercer su acción sistémica, ejerce una acción tópica al contactar con las piezas dentarias.
Riesgos
El exceso de flúor es prejudicial para la salud. “Cuando se ingiere fluoruro sobre los niveles óptimos, puede resultar una condición llamada Fluorosis dental, si bien esta condición no es dañina, puede causar decoloración o puntos blancos sobre los dientes de sus niños”, dice la doctora.
“Es una condición irreversible y aparece como el resultado de la ingesta de demasiado fluoruro durante el período de desarrollo de los dientes, generalmente desde que se nace hasta que se cumplen los seis u ocho años”, advierte la profesional.
“Esto produce ‘manchas blancas’ en el diente, que se tornan café. El esmalte, a su vez, tiende a destruirse, llevando así a la formación de caries, lesiones o cavidades. El diente se pone más poroso. Esta porosidad aumenta dependiendo del grado de fluorosis”, concluye la docente de la U. Andrés Bello.